Se dice que el violín es el instrumento más difícil de tocar; se une que tienes que desarrollar gran destreza con el manejo del arco y a su vez coordinarlo con el dominio de la mano de las cuerdas, cosa complicada, ya que a diferencia de otros instrumentos de cuerdas, como la guitarra, el violín no tiene trastes para saber dónde poner los dedos.
Sin embargo, esto no quiere decir que sea tarea imposible. En los cursos de Dobles Cordes, uno de los objetivos principales es que se adquiera la técnica necesaria para controlar este instrumento de forma progresiva y siempre respetando los tiempos del alumno.
Como no todos somos iguales, la forma en la que aprendemos tampoco y por ello se adapta el aprendizaje de este instrumento dependiendo de las necesidades de cada alumno. En nuestras clases, el alumno podrá comprobar que aprender a tocar el violín es mucho más sencillo de lo que parece y podrá llegar a sus objetivos de forma sencilla.
Por tanto, si quieres aprender por hobby, prepararte para un examen de acceso o como complemento a tus clases oficiales, nuestros cursos te ayudarán sin lugar a dudas.
Aunque la finalidad de las clases dependerá de cada uno, sí que hay unos puntos en común que trabajaremos en clase para lograr aprender a tocar este instrumento:
Aprender las diferentes partes del instrumento y su mantenimiento.
Saber la correcta posición corporal y como situarnos a la hora de tocar.
Tocar sin dolor aplicando técnicas de relajación muscular.
Desarrollo auditivo.
Aprender a tocar con otras melodías y acompañamientos.
Puesta en escena mediante conciertos.